5 errores de Visual Branding que el 98% de las marcas cometen

Todos los gráficos se basan en una identidad de marca. O por lo menos así debería ser.

Hay mucho que decir sobre destacarse, pero todos los diseños deben reflejar ante todo, una identidad de marca bien fundada. Esa es la única forma en que lograrás diferenciarte y capturar a tu audiencia – por no mencionar, que te puede ahorrar mucho trabajo.

Si su identidad visual realmente es coherente entonces es más fácil de recordar y que se gasta menos en promociones en el largo plazo. Si tu aspecto es consistente durante todo el proceso, los valores de la marca estarán fuertemente asociados con tu identidad visual, y cuanto más confianza construyes, más lealtad del consumidor tendrás a través del tiempo.

Nuestro primer consejo es el siguiente: invertir en el fortalecimiento del aspecto de tu marca. No es tan complicado y resulta bastante sencillo.

Los 5 errores más comunes de Visual Branding

Construir una marca visual sólida es un paso importante en el desarrollo de tu negocio, no importa en el rubro que estés. Así que toma nota de estos errores comunes y cómo puedes evitarlos.

01. Diseño Inconsistente 

Todos hemos visto cuando las empresas se ponen perezosas y deciden utilizar al azar un color o una fuente fuera de su estilo habitual. ¿Significará el fin de la empresa y una caída dramática en las ventas? Por supuesto que no, pero con el tiempo si continúa y el negocio se vuelve poco exigente con todos los aspectos de su puesta en escena, tendrá un impacto grande en la percepción de sus clientes.

Al ser inconsistente con tu marca te vuelves desorganizado y poco fiable, y se corre el riesgo de que tus clientes confundan tu negocio con los competidores y otras marcas. Para superar fácilmente esto y evitar incoherencias futuras vale la pena establecer una guía de estilo definida para tu negocio.

02. Miras hacia afuera y pierdes tu esencia 



Cuando sus competidores están arrasando con su impecable puesta en escena, es fácil caer en pensamientos de copiar ciertos aspectos de su branding para ayudar a impulsar tu propio negocio. Este modo de pensar conduce a una marca poco original y una falta de confianza por parte del público, así como posibles problemas legales.

Con millones de negocios y logotipos que hay en el mundo no hay, por supuesto, la posibilidad de que se encontrarán con algo parecido a tu marca, pero sólo tienes que desafiarte a tu mismo para ser original y pensar en cómo puedes destacarte.

03. Tratas de atraer a todo el mundo

No tener un límite demográfico definido puede parecer una gran idea para tu marca en un primer momento. La idea de que si se puede apelar a todo el mundo, entonces es más probable que aumenten sus ventas, pero hay muy pocos negocios que atraen con éxito a un grupo demográfico incontrolado.

Puedes tener miedo en enfocar tu energía en un nicho de mercado en caso de que pierdas en un mercado más grande, pero perfeccionarte en un objetivo demográfico específico es la mejor manera de construir una relación con tu público. Deja de perseguir aprobación y empieza a centrarte en construir una auténtica conexión con la audiencia deseada al hacer que tu marca visual retrate muy claramente lo que valoras.

04. Gráficos fuera de lugar

Una vez que te centras en tu público objetivo a nivel demográfico, ahora debes considerar qué tipo de visuales les serán de interés. Esto puede parecer difícil. Ejemplo práctico: Sí piensas en una estrategia visual para atraer a los niños no sería aceptable para una marca corporativa, dos público diferentes, con comportamientos y preferencias particulares.

Hay que definir fuentes, colores e imágenes que serán adecuadas para tu marca y audiencia. Evita cualquier cliché anticuado como fotos e imágenes de mala calidad ya que éstos reducirán drásticamente el impacto y el profesionalismo de tu marca.

05. Excesiva dependencia al logo

Tu marca es mucho más que su logotipo. Todo, desde el nombre, formas, colores, tipos de letra, eslogan y las imágenes son todos los componentes que integran la identidad visual. Tener un buen logotipo no significa que el viaje ha terminado. Para crear una marca visual efectiva debes llevar una línea de diseño a través de todo lo que produces, desde de los mensajes en redes sociales hasta las tarjetas de presentación.

Para hacer esto, tienes que tener un logotipo de fácil aplicación según el medio- uno que se pueda representar en el tipo de imágenes y colores que vas a necesitar para tu marca.

Muy importante: La consistencia es la clave.

Al mantener la consistencia vas a crear una marca fácilmente reconocible y que conecta con su audiencia, destacándose de sus competidores.

 

 

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