Cómo utilizar la ventaja competitiva para crear valor a tu empresa

El concepto de ventaja competitiva se refiere a cualquier característica de la empresa que la diferencia de otras y la coloca en una posición relativa superior para competir. Por tanto, una empresa tiene una ventaja competitiva frente a otra cuando posee ciertas características que no tiene la otra o que ésta las tiene a niveles inferiores. Da igual por lo tanto que sea a nivel nacional o internacional.

Para que una característica empresarial pueda ser considerada como ventaja competitiva debe reunir los tres requisitos siguientes:

• Necesita estar relacionada con un factor clave de éxito en el mercado.

• Debe ser suficientemente sustancial como para suponer realmente una diferencia.

• Debe ser sostenible frente a los cambios del entorno y las acciones de la competencia. Si bien conviene recordar que a largo plazo todas las empresas y sus ventajas pueden ser atacadas.

Las anteriores características sólo constituyen una ventaja competitiva si se traducen en una mayor rentabilidad para la empresa. Así, el concepto de ventaja competitiva nos remite necesariamente al concepto de rentabilidad o de creación de valor. De esta manera, ninguna característica diferenciadora de una empresa constituye una ventaja competitiva si no proporciona una rentabilidad adicional. Por el contrario si una empresa puede tener acceso a una tecnología antes que sus competidores, si es una ventaja competitiva.

Una ventaja competitiva puede tener su origen tanto en aspectos externos como internos de la empresa. Respecto al origen externo, se puede llegar a afirmar que, a medida que en una industria se produzca un mayor número de cambios en los factores que la caracterizan y el alcance de estos cambios sea mayor, mayores serán las posibilidades de conseguir ventajas competitivas. Un ejemplo de aspecto interno seria una empresa que dispone de un modelo de trabajo más eficiente que la competencia.

En un mercado en el que apenas hay cambios la ventaja competitiva se vera igualada en algún momento, mientras que en un mercado cambiante la posibilidad de renovar o sustituir la ventaja competitiva es mayor. Volviendo al ejemplo anterior: si un Dr pertenece a una especialidad donde apenas hay avances tarde o temprano otro Dr. conocerá dicha técnica; si por el contrario su especialidad es muy activa tendrá muchas opciones de renovar dicha ventaja.

Concepto desarrollado por Michael E. Porter 
Ventaja Competitiva es un concepto desarrollado por Michael E. Porter que busca enseñar cómo la estrategia de marketing elegida y seguida por una organización puede determinar y sustentar su suceso competitivo.



Según Porter, hay tres tipos de estrategias genéricas que una empresa puede seguir, a saber:

– Liderazgo por costos

La organización busca establecerse como el productor de más bajo costo en su sector. El ámbito de actuación es alargado, intentando llegar a distintos segmentos de mercado a la vez, en general, con un producto estándar sin darle mucha importancia a servicios no esenciales, tales como el embalaje, el design, la publicidad, etc. Las fuentes de ventajas de costos varían de sector a sector, pero, en general, se pueden enumerar las economías de escala y el aprendizaje acumulado, la explotación de sinergias comerciales o tecnológicas, la tecnología patentada, la ubicación y facilidad de acceso a los factores productivos y bien a los mercados de clientes, entre otros.

– Diferenciación

La organización intenta ser la única en su sector con respecto a algunas áreas de producto/ servicio más apreciadas por los compradores. Dichas áreas dependen del sector de actuación de la organización, llegando a ser las características del producto mismo, el design, los plazos de entrega, las garantías, la facilidad de pago, el imagen, la variedad y calidad de los servicios asociados, la innovación, la proximidad con relación a los clientes, entre otras. Esta estrategia de marketing permite a la organización practicar un precio superior u obtener mayor lealtad por parte de los compradores.

– Enfoque

La organización pretende obtener una ventaja competitiva en un segmento o grupo de segmentos de mercado por los que ha optado, excluyendo los demás segmentos. La estrategia de enfoque se divide en dos variantes: enfoque por costos (la empresa busca una ventaja de costo en su segmento blanco) y enfoque de diferenciación (la empresa busca la diferenciación en su segmento blanco). Esta estrategia de marketing  descansa en la elección de segmentos específicos de mercado donde la competencia tenga dificultad en satisfacer eficazmente las necesidades de los compradores.

Además, Porter describe el instrumento básico para diagnosticar la ventaja competitiva y encontrar formas de intensificarla: la cadena de valores. A través de la cadena de valores, la organización se divide en sus actividades básicas (investigación y desarrollo, producción, comercialización y servicio), lo que facilita la identificación de las fuentes de ventaja competitiva.

 

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